En un mundo dominado por el desorden y el desastre
y el fraude tal vez sólo se pueda confiar en la belleza.
Solo la excelencia artística es incorruptible. El placer no puede menoscabarse…
Por tanto, dedicarse a la creación y disfrute de la belleza puede ser un asunto serio,
no necesariamente un medio de huir de la realidad, sino a veces un medio de
aferrarse a ella cuando nos invaden.
ELIZABETH GILBERT
TÉCNICA: Acuarela sobre papel
AÑO: 2009 – 2010 – 2011